sábado, 20 de diciembre de 2008

El dolor de la degradación


Pues sí, amigos Trotones, aquí estoy de nuevo. Pero no puedo seguir escribiendo sin mencionar que la degradación a que he sido sometido ha dejado mella en mí. Ya no soy Alazán, ahora soy (y me siento) Trotón. Bien es cierto que me lo merezco. Si mal no recuerdo la última vez que salí a trotar alegremente fue el 23 de noviembre (¡casi un mes en dique seco!). No busco justificaciones, pero en mi defensa he de alegar el trabajo, los estudios y la lesión de mi mujer, que me obliga a dedicar a los housework más tiempo del deseado por cualquier Trotón.
No obstante, puedo prometer y prometo que, ahora que cojo las vacaciones, me voy a poner las pilas nuevamente, y esta semana sin más tardar volveré a entrenar con mis colegas Trotones.
Ya estoy aquí, he regresado... y pienso quedarme.
Un saludo para mis amigos Teo y Al.

PD: Por cierto, ¿recordáis la forma de mis zapatillas vistas desde atrás, y los colores de la espalda de mi camiseta?. No os preocupéis, que ya me encargo yo de que en breve los recordéis.

4 comentarios:

  1. Pues no sé yo si serás tú quien se quede admirando la atractiva nuca de trotón Teo... en el entrenamiento del viernes pasado yo no pude seguir su ritmo...
    Abrazos.

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  2. Sois unos trotones relinchones, mucho darme coba y al final, siempre llego el último en las pruebas. Pero llegará mi día... "cobaldes" !

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  3. Degradación, degradación... pues si corre así, degradado y después de un mes de parón, y lo llamamos trotón, ¿qué somos nosotros? ¿caracoles remolones?

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  4. No te equivoques Trotón Al, que entrena en altura y a temperaturas bajo cero, veremos cuando lleve una temporadita sin visitar su Shangri-La Salmantina...

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