miércoles, 30 de mayo de 2012

Carrera de fondo Ciudad de Órgiva

El amigo Migue no se pierde una carrera por las tierras de la provincia de Granada. Este último fin de semana estuvo en la prueba de Órgiva, una de la carreras más duras y bonitas del Gran Premio de Fondo Diputación de Granada.

Aquí os dejo su crónica.

Imagen de Órgiva
Órgiva (imagen tomada de www.turgranada.es)

Distancia de la carrera: 19 kms.

Salimos del centro de Órgiva para tomar la carretera que nos lleva a Lanjarón. Hasta que se pasa por debajo de un acueducto (km 5) todo subida (y fuerte), luego aproximadamente 1 km de bajada, y otra vez subida (aquí me acojoné, pues es donde hace dos años se me rompió el gemelo derecho... sí esa sensación de pedrada, y aquí se me acabó en aquel entonces la carrera) hasta Lanjarón (aunque los últimos 2 kms se hacen más llevaderos). Este año han alargado un poquito porque la vuelta se da en la rotonda del Ayuntamiento de Lanjarón (km.9.5).

La subida la hice genial. Sin forzar mucho, pero bien, cómodo, y según donde se encontraban los compañeros corredores que me sirven de referencia iba mucho mejor que ellos. Pero... luego comienza la bajada, que lógicamente se agradece, y aquí me comienzan a pasar muchos más que yo paso. Me doy cuenta de que aunque pensaba que iba a muy buen ritmo no soy de los que bajan bien. Tal vez sea la zancada, la técnica o la cadencia (¿yo que sé?)... pero el caso es que no estaba satisfecho. En cualquier caso regresé a Órgiva (nunca lo dudé, lo haría aunque fuera en la ambulancia, como hace dos años) y pase por meta a 1h36'38''. Bueno.

Migue llegando en la carrera de Órgiva 2012
Llegada del amigo Migue en la Carrera de Órgiva 2012
Al acabar afloran todas las sensaciones que durante la carrera había permanecido latentes. Mucho calor. Mucho sudor. Mucha sed (en la carrera no tomé nada, pues ya sabes que no sé beber sin pararme... bueno miento -parcialmente-, a la bajada, a la salida de Lanjarón, tomé una irresistible limonada que tenía generosamente preparada Paco el de la Venta del Buñuelo... ya es un clásico de esta carrera). Ya en meta, me tomé medio litro de agua (pues aquí las botellas, de Lanjarón, por supuesto, eran de 50 cl) y varias cervezas del "artefacto" de Cruzcampo (cosa que casi nunca hago).

La camiseta no está mal, de color verde, discreta, con dos pequeños anagramas solo por delante, a la altura del pecho. Por supuesto, y como siempre, no resulté agraciado con ningún premio de los muchos que sortearon (jamones, vino, gafas, material deportivo, etc.).

Otra de las carreras que quiero hacer por Granada acompañando a los amigos. Algún día...

2 comentarios:

  1. Felicidades, campeón; aquí otro que en su puñetera vida le ha tocado nada en un sorteo pos-carrera; ya no quedo ni a mirarlo; un saludo.

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  2. ¡Enhorabuena en cualquier caso Al!
    Yo tampoco me suelo quedar ya a los sorteos, ¡el tiempo es oro y ese, no se sortea!

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