miércoles, 12 de diciembre de 2012

INFIDELITAS

Pues sí, después de cerca de veinte años de relación, he roto mi compromiso de vinculación y lealtad con… Saucony. No ha sido fácil, pero era lo mejor en estas circunstancias. No tenía sentido continuar así.
Nuestra relación comenzó allá por el año 1993, cuando me hice con mi primer par de zapas de esta marca. El flechazo fue instantáneo y nuestra relación fue creciendo en compromiso y respeto, madurando… Yo corría y corría y las lesiones ni se acordaban de mí.
Pero a raíz de los problemas de fascitis que comencé a sufrir a finales del verano de 2011, siguiendo las recomendaciones de mi traumatólogo y fisio, me hice un estudio biométrico y un análisis pisada de cara a detectar el origen de esta dolencia. Asimismo, mientras iba saliendo de la lesión (lentamente) y recuperando las buenas sensaciones al correr, empecé a fijarme más en la forma y postura en que corría y en las prestaciones de amortiguación de las zapatillas. En esos momentos gastaba unas Saucony ProGrid Triumph 7.
Saucony ProGrid Triumph 7

Fue en estas circunstancias cuando, embaucado por falsos cantos de sirena, me dejé llevar por la moda minimalista y decidí pasar a las Saucony ProGrid Triumph 9, de las primeras de la marca en llevar la nueva configuración de amortiguación, que reduce la diferencia entre talón y antepié en 4 mm y la sitúa en 8 mm en vez de en 12 mm, que es lo usual. Pensaba que, como tengo tendencia a correr de antepié y talonar poco, esta nueva configuración me beneficiaría.
Saucony ProGrid Triumph 9
Y aquí es cuando surge la ruptura. Fue comenzar a rodar con las Triumph 9 y volver a recaer en la fascitis, de manera más intensa, acompañado ahora por la congestión de los gemelos y el talón de Aquiles, cosa que nunca antes me había pasado.
Así pues, vuelta a empezar con la fascitis, traumatólogo y fisio. Y vuelta a analizar qué podía estar pasando, qué pautas de entreno había cambiado y, por consiguiente, dónde podía estar el origen de las dolencias. Por ello bajé al trastero y recuperé las Triumph 7, con su tradicional configuración de amortiguación de 12mm., dejando las novedosas Triumph 9 en su caja. Y la luz volvió a brillar.
Al volver a las Triumph 7 me notaba como “sobreelevado” en los talones y muy amortiguado, aunque con el pie sujeto. Pero rodaba cómodo y ya no volvía de entrenar con los gemelos como piedras. El fisio seguía haciendo su trabajo y la rehabilitación también. Y parecía que haber recuperado la amortiguación de siempre en las zapatillas también funcionaba bien. Por lo tanto, debía mantenerme en estos parámetros.
Hace quince días decidí que ya era hora de jubilar las Triumph 7, por lo que me acerqué a Rosrunning para ver qué me recomendaban dentro de la gama de zapatillas neutras y máxima amortiguación (se acabaron los experimentos).  En Saucony han apostado fuerte por la nueva configuración amortiguadora y no encontré nada de mi gusto con 12 mm en el talón. Me ví “obligado” a probar nuevas sensaciones: las Asics Nimbus y las Brooks Gliceryn 10. 


Brooks Gliceryn 10

Brooks Gliceryn 10

Brooks Gliceryn 10

Las Asics me gustaron pero… ¿qué deciros de las Brooks?... me encantaron, fue ponérmelas y saber que estábamos hechos el uno para el otro. Me cautivó su sujeción, sobre todo en la parte delantera y media del pie, la amortiguación y la proyección de la suela que parece favorecer la pisada. Además, aunque estéticamente parece que llevas puestos un par de Hummers H2 en los pies, no son pesadas y me parecieron bastante flexibles. De todas formas, para un corredor de mi perfil, las ligeras diferencias de peso de unas zapatillas con otras no aportan resultados significativos en mis tiempos.  Por diferentes motivos aún no he podido salir a rodar con ellas, pero en cuanto lo haga prometo dejar constancia de mis impresiones.
Conclusiones:
1. El barefoot y el minimalismo a mí no me van bien. No entro a valorar dichas tendencias porque cada persona somos un mundo, y lo que a mí no me funciona puede irle estupendamente a otra persona distinta. Que cada uno pruebe y saque sus conclusiones. Yo ya lo tengo claro.
2. Nunca olvidaré a Saucony, ha formado parte de mi vida durante casi veinte años, pero mientras continúe configurando sus zapatillas con ese tipo de amortiguación no podremos volver a recuperar "lo nuestro". Al fin y al cabo… un clavo se saca con otro clavo.

12 comentarios:

  1. 1. ¡Bienvenido de nievo al blog! Echábamos de menos tu prosa.
    2. ¡Bienvenido a Brooks! Ya sabes que lo mío con Brooks es similar a lo tuyo con Saucony (hasta ahora). He pasado por Glycerin6, Glycerin7, Trance 8, Adrenaline11. Sólo puedo decir que la primera vez que me probé las Glycerin me parecieron hechas a medida para mí; como son para pisada neutra y yo soy algo pronador me pasé a las Adrenaline. Todas me han durado más de 1.200km sin producirme molestias.
    Esas Glycerin10 tuyas van a ser las protagonistas de ¡tu vuelta al asfalto!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Al, espero que así sea.
      Ya iré comentando mis sensaciones de nuevo. Aunque no he dejado de hacer deporte de una u otra manera (tú ya me conoces), estoy bajo de forma. Pero eso tiene fácil solución: empezar a entrenar.
      Pues nada, que por aquí estamos.

      Eliminar
  2. Amigo Carlos, desde julio 2007, fecha en la que comencé a trotar con Al, no he repetido marca de zapatillas. He pasado por Nike, Brooks, Adidas, New Balance... Ahora llevo unos meses con unas ASICS.

    Cada elección era la mejor en su momento, primando siempre la comodidad y la amortiguación. Consecuentemente, a la hora de renovar, esa marca siempre estaba en el elenco de zapatillas a probar, generalmente un modelo evolucionado del anterior y es curioso que siempre fue descartado por otra marca que me parecía más satisfactoria en su conjunto.
    Achaco esta circunstancia precisamente a la evolución de los modelos de las distintas marcas, bien porque han mejorado las de la competencia bien porque la de la marca a renovar no ha salido tan lograda como el modelo anterior.

    Creo que, exclusivamente hablando de zapatillas, la infidelidad ha sido una ventaja en mi caso, me ha permitido siempre ir con lo más conveniente y confortable, sin ataduras sentimentales que me impidieran probar nuevas sensaciones.

    ¡Bienvenido pues a la promiscuidad zapateril! Tus pies y articulaciones te lo agradecerán.

    Un abrazo a todos.

    PD. Estoy tan satisfecho con mis ASICS Gel Nimbus 13 que en esta ocasión espero que la versión 14 me permita serle fiel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo en que hay que buscar en el mercado lo que, en cada momento, se adapte mejor a nuestras necesidades.
      Yo he estado tantos años con Saucony porque, aunque probé otras marcas como Nike, Mizuno, Reebok, no me convencieron y volvía a las Saucony que tenía ya descartadas.
      Pero esta vez, Brooks "se ha llevado el gato al agua". Ello no quita para que me sienta un poco "sucio" y "promiscuo". Imagino que será solo al principio (jejejeje).

      Eliminar
  3. ¡Bienvenido de nuevo Troton Carlos!

    Nunca probé Brooks, tu misma experiencia con Saucony la llevo viviendo yo unos 4 años y va tan bien... que de momento no voy a cambiarlas... eso si, esas Glycerin tienen una pinta acojonante.

    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Juanqui. Si a tí te van bien, ya sabes, a por ellas. De hecho Saucony es una de las marcas de referencia en esta locura de correr. Te lo digo yo que llevo corriendo 20 años con la marca y no he tenido ninguna lesión (salvo la fascitis del año pasado, que inicialmente vino por otra serie de razones, no por las zapatillas).
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
    2. Ouch... que mal me expresé... quería decir que llevaba 4 años con las Asics...

      ¡Un abrazazo!

      Eliminar
  4. ¿en el 93 había Saucony? supongo que serían dificilísimas de conseguir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Gonzalo, en el 93 ya podías comprar Saucony en tiendas especializadas (yo las compré en mi tierra, en Salamanca)... ¡y eran de color verde!.
      De ese par en concreto tengo muy buenos recuerdos, entre otros pasar las pruebas físicas de la oposición. ¡Buff! qué jóven era por entonces.

      Eliminar
  5. Ostia, casi 20 años con la misma marca! A mi me paso algo parecido, usaba unas Nike Skylon y me iban de lujo, cero problemas durante el tiempo que las tuve, ligeras, bien ventiladas, me gustaban. Como estaba a gusto con las Nike, cuando tocaba cambio me hice con unas Lunarglide 3, las que le primer día me provocaron que se me inflamara el pie. Pensé que sería por alguna mala pisada o algo. Seguí entrenando con ellas y mas o menos bien, y fue en el maratón de Madrid de este año, cuando en el km 22 se me empezaron a cargar los gemelos y a las 2 o 3 horas de acabarlo, otra vez el mismo problema en un pie. Así que zapatillas al trastero con unos 400 km y me hice con unas Asics Cumulus 14, de las que estoy muy contento en los algo mas de 200 km que llevo con ellas!
    Un saludo y perdón por el tocho!!

    Fran, yotambientengouno.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto Fran, estás a gusto con una clase de zapas hasta que un día te toca cambiarlas, vas a la tienda con la idea preconcebida de seguir con lo que te va bien y... ¡zas! ya no es así. Pruebas otras y te encajan a la perfección.
      Ese es el momento de cambiar. No merece la pena ni pensarlo. Como te obceques, acabas con un par de zapas nuevas en el trastero y visitando de nuevo la tienda (ahora con ampollas o los gemelos como piedras) para llevarte aquellas con las que tan bien te sentías y desechaste por elegir la marca que habías gastado antes.
      Los corricolaris somos así... qué le vamos a hacer.

      Eliminar
  6. Si es que cuando algo funciona... yo no soy fiel seguidor de ninguna marca, así que cualquier opinión es bien recibida. Miraré esas Brooks que tienen muy buena pinta.

    Un saludo y me quedo por aquí leyendo.

    ResponderEliminar