miércoles, 21 de agosto de 2013

100km Madrid-Segovia: el adiós


Más de un mes sin escribir aquí. Coincide más o menos con el tiempo que he estado sin correr...

Resumo la situación, porque al fin y al cabo todos los que pueden leer esto han tenido experiencias similares. A primeros de julio, durante un entrenamiento de ritmo controlado, noto un dolor agudo en la parte posterior de la rodilla derecha. Interrumpo el entrenamiento. Estiro con cuidado. Con un poco de miedo, me tomo el resto de la semana de descanso de entrenamientos. Durante varios días camino cojeando. Pasada una semana reinicio suavemente entrenamientos. Tras varios entrenamientos en los que alterno caminar y correr y no siento molestias de nuevo, retomo los entrenamientos largos. Para finales de julio vuelvo a hacer salidas de 17-18km a buen ritmo. La cosa no ha sido grave, sólo he perdido unos cuantos días de entrenamiento, pero continúo en la brecha... Interpreto que el dolor estuvo causado por una pequeña rotura de fibras en la parte superior del gemelo (por interpretar algo).

A primeros de agosto hago algunos entrenamientos más, pero... Cuando paso de 45-50min corriendo me molesta la parte externa de la rodilla izquierda (ahora la otra). ¿Qué está pasando? No estoy haciendo entrenamientos muy exigentes ni he aumentando de forma brusca el kilometraje. Vuelvo a hacer reposo y vuelvo a probar. Da igual. La molestia comienza mientras corro; tras parar y hacer estiramientos se convierte en dolor que continúa y va aumentando a lo largo del día. Duele especialmente al subir y bajar escaleras, pero también cuando estoy sentado con la pierna flexionada. Esto pinta mal.

En estas condiciones (último mes con entrenamientos a medio gas y dolor de rodilla recurrente) no puedo afrontar 100km. Abandono.

Abandonar es una de esas palabras que uno no quiere usar en relación a cualquier carrera, pero parece claro que en esta ocasión es lo prudente, lo aconsejable, lo mejor... Pero ¡qué mal sienta!

Mi dorsal de la Madrid-Segovia lo pondré a disposición de la organización por si alguien puede utilizarlo.

Ahora queda buscar un traumatólogo con experiencia en medicina del deporte, porque este dolor no se va a aliviar solo. ¿Podéis recomendarme alguno?