Aún abatido y con las piernas cansadas, os cuento mi última experiencia corriendo por esos mundos de Diós.
Esta mañana, sin madrugar, me asomé a la ventana con la única esperanza de que no hubieran acertado con la previsión meteorológicas, y por desgracia lo hicieron. Eran las 8.30 h, llovía con muchas ganas e iba siendo hora de desayunar fuerte, hoy toca carrera y de las duras por culpa del frio y la lluvia (al final esto fué lo de menos).
Cuando llegué a Tres Cantos todo estaba blanquecino, por culpa de la nieve, claro. Salí del coche para coger el dorsal y el primer choque con la relidad fué duro, estaba cayendo una preciosa agua-nieve que junto al viento daban ganas de recogerse y volver a casa. Pero estabamos allí por una buena causa. Los organizadores destinan un eruro de la inscripción para la misma ONG que quiero porner en marcha lo de las zapatillas para Senegal.
En la carrera yo quería cumplir dos objetivos: el primero sustituir el rodaje del domingo por una carrera de obstáculos a la que llegaba sin niguna pretensión (no era una carretra para marcar tiempo) y el segundo contactar con la organización para plantearles el tema de las zapatas para la siguiente prueba. El segundo lo cumplí, el primero lo dejo para los parrafos siguientes.
Hacía mucho que no corría una carrera tan dura, no es que lo pasara mal, es que realamente sufrí. Los participantes eramos pocos, a ojo de buen cubero, calculo 250 participantes. Sin conocer el recorrido me esperaba simplemente un recorrido mas o menos asequible con un obstáculo cada kilómetro, pero la sorpresa es que desde la salida (300 metros de dura cuesta arriba) hasta el final no tuvimos ni 400 metros seguidos en los que coger un poco de ritmo, fue un continuo sube y baja con varias cuestas en las que teniamos que subir andando y las bajadas casi rodando. Los obstáculos se iban salvando como se podía (algunos muy duros) pero el no poder coger un poco de ritmo me desquiciaba un poco, sobre todo cuando pasé por el Km 5 y marqué 28 minutos (5 km que me parecieron casi 15, durisimos) lo achaqué a haber seguido el entrenemiento de Trotón Al, me machaqué mucho en las series de 1000 del miercoles y aún no estaba recuperado del todo. Además se junto otro punto fatídico, toda la carrera discurre por el campo y estaba todo como un patatal lleno de barro.
Cuando llegué a meta no me lo podía creer, ¡¡¡la paliza que me he metido!!!. Al final 56.47 minutos (todo un tiempazo). Lo mejor fué el puesto que hice "EL 69".
Si queréis una carrera realmente dura esta es la vuestra. Creo que repetiré al año que viene. ¡Quizá sea un poco masoca!
Después de muchos años de conocerle, sospechaba que Pepe estaba algo loco... y acabo de confirmarlo... ¿pero qué sujeto desquiciado programa este tipo de carreras solo aptas para masocas?.
ResponderEliminarFuera de bromas, tal y como lo cuentas debió ser superdura la "carrerita". Menos mal que al menos te sirvió para "sustituir al rodaje largo del finde" y para contactar con la organización para tu proyecto de recogida y reutilización de zapas.
Enhorabuena Pepe, porque ese tiempo en ese tipo de trazado, con esa climatología y esas condiciones de barro es... eso... un tiempazo.