domingo, 16 de noviembre de 2008

¡Ahora lo entiendo todo!

Otra maravillosa mañana de domingo en Madrid para ir a correr por la Casa de Campo. La temperatura un poco fresca en esa zona de la gran ciudad (en torno a 4º) a diferencia de nuestro domicilio (la estación meteorológica de TrotónTeo marca 6.5 º, mientras que la mía marca 11º. Acordamos, no sin discutir un poco, que debe ser la diferencia de altura, pues él vive en un primero y yo en un cuarto, y es evidente que cuanto más te acercas al Sol más calor hace).
Recogemos a TrotónAl y, como siempre, con culotte corto. Es lo que tiene ser del Norte... de Andalucía.
Pues con estas empezamos a rodar. Los pulsómetros bien colocados (no estaría nada mal que un día TrotónTeo expusiera su teoría sobre los fluídos que favorecen la comunicación de los electroimpulsos desde el pecho hasta el mencionado instrumento), las zapatillas lustrosas (unas más que otras) y los guantes recosidos y sin costuras que interfieran en el disfrute del runner.
Las primeras cuestas del AHORA SÍ recorrido del Trofeo Akiles hacia el Cerro Garabitas son afrontadas con alegría y buen humor. TrotónTeo ha prometido castigarnos con su silencio.
Los kilómetros van cayendo y en torno al km. 6 TrotónTeo nos deleita con un comentario: "No me siento bien hoy, voy cansado, id tirando vosotros a vuestro ritmo. Esta noche Sofía nos ha tenido en vela cada dos horas".
Y ante esta coyuntura, TrotónAl y AlazánCarlos, en su inocencia, convienen en mantener el ritmo y no abandonar al sufrido y castigado TrotónTeo.
Llegados al km. 10 y para finalizar el entrenamiento programado, TrotónAl y AlazánCarlos piden la venia de TrotónTeo para iniciar una subida de ritmo que les lleve a culminar la jornada con algo más de ácido láctico en sus músculos.
TrotónTeo se sacrifica y marca la salida. Los ritmos de carrera aumentan, las piernas llegan a hacerse más pesadas subiendo por el Paseo de los Plátanos, el Lago parece que no acaba de dejarse ver, la meta se hace derrogar... hasta que AlazánCarlos y TrotónAl llegan extenuados.
Pero cuál es la sorpresa cuando no más tarde de 30 seg. aparece TrotónTeo y convenimos ponernos a estirar y hacer algún ejercício que pula nuestro ya de por sí afinado estilo trotador.
Y es aquí donde empiezo a ENTENDERLO TODO, TODO Y TODO: hoy ha quedado manifiestamente claro que TrotónTeo va más que sobrado, que podría marcar ritmos que harían envidiar al mismísimo Filípides, pero... TrotónTeo se reserva para el final, para los estiramientos, los pasos de gigantes, el skiping, los "Heidis" y los talones fuera/dentro.
Ahora sí. Ahora ya lo entiendo.

Un abrazo.

AlazánCarlos

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